Vivimos en un mundo cercado por cantidad de fronteras, muros, alambradas, enrejados, barreras raciales, xenófogas, religiosas, culturales, sociales y psicológicas. Un mundo esclavizado al poder, al consumo y la posesión de bienes superfluos, sean físicos o morales. Y de repente, un simple acontecimiento puede desencadenar un nuevo folio en blanco que escribir, pleno de esperanzas…