La habilidad de volar que disfrutan las aves les permite danzar en un mar de nubes sin poder senter el disfrute que ello ocasionaría en un ser humano. En «La libertad de volar» experimentaba esa sensación desde el escenario de los sueños.
Sin embargo no es necesario la experiencia de soñar un vuelo o el uso de cualquiera de los dispositivos de vuelo que existen para poder sentir la belleza de las nubes danzando en el cielo. Tan solo es necesario tener un poco de tiempo y un buen lugar con una vista despejada y espacio para tumbarse hacia la atmósfera, dejando que pase el desfile de cirros en lo más alto de la troposfera cambiando en sus diversas tonalidades conforme evoluciona las fases del día o contemplar el baile ascendente de los cúmulonimbos que impresionan con su complejidad de formas y en la oscuridad de sus grises.
Esas imágenes que dibujan paisajes en el cielo son tan hermosos que encandilan la vista y extasían los sentidos, dejándote una sensación de bienestar inolvidable a semejanza de la libertad que se experimenta en el sueño de volar. A veces es necesario parar un poco y dejarse llevar por esos encantos.
«Sólo nubes con nubes, siempre nubes más allá de otras nubes semejantes, sin palabras, sin voces, sin decir, sin saber; últimas soledades que no aguardan mañana.»
-Luis Cernuda
♫Alasdair Fraser – Paul Machlis … Skye Dance. Un hermoso video de nubes danzando al son de una música que acompaña su baile. ♫
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1 comentario en «La danza encantadora de las nubes»