La realidad es la que es, neutra, donde nuestra percepción de ella es totalmente subjetiva y por tanto somos lo que hacemos con ella.
Mientras estamos enredados en la maraña de nuestra mente —percibiendo nuestra propia realidad, interpretando subjetivamente lo percibido, juzgando entre el bien y el mal, reflexionando bajo nuestra razón que conceptualiza con un único criterio, recordando con lo memorizado en el pasado o imaginando en un futuro soñado—, dejamos de estar presente en lo que verdaderamente es real. Y por tanto siendo siempre una realidad condicionada por la mente, nunca observada sin los filtros de estas siete capacidades de la mente.
Tanto condiciona la mente, que lo que creemos influye en lo que pensamos y lo que pensamos determina aquello en lo que creemos, de forma que una creencia muy arraigada en nuestra mente fomenta la aparición de una serie de pensamientos que la reafirman, formando nuestra propia realidad de lo que nos rodea y diciendo mucho más acerca de nosotros y nuestro punto de vista que de la realidad externa en la que estamos.
Hay que procurar analizar, cuestionar y contrastar detenidamente toda la información que nos llega desde el exterior y, en la medida de lo posible, verificarla a través de tu propia experiencia.
La verdad, la sabiduría y el amor no pueden entenderse sólo desde la mente sino que deben experimentarse desde el corazón.
La espiritualidad laica, no basada en la fe de una deidad o un conjunto de dogmas, es aquella que estando desvinculada de toda creencias y prácticas de las instituciones religiosas tradicionales, se enfoca en el autoconocimiento, exploración personal de la conciencia y el propósito en la vida, una búsqueda de un sentido de conexión con la naturaleza que nos rodea rastreando la belleza en el mundo cruel que vivimos y una forma de experimentar la reconexión con nuestro ser esencial, intrínseco al ser humano que aún no ha recibido ningún tipo de influencias. Un desarrollo personal basado en la contemplación, reflexión y meditación ajenas al ego que todo lo enturbia, y por tanto conectada con la naturaleza, la creatividad y la experimentación artística.
Para ello, es fundamental disentir del ego y actuar con la humildad de reconocer que no estamos en posesión de la verdad, que no todo lo sabemos y que estamos dispuesto a aprender lo desconocido para desarrollar un sano y constructivo escepticismo, una actitud de explorar aquello que no conocemos para expandir nuestro entendimiento y comprender bajo la experiencia.
La práctica de una espiritualidad laica puede ayudar a descubrir el sentido de tu vida, mejorar el sentimiento de paz, sobrellevar los tiempos difíciles y de estrés, sentirse más seguro y mejorar la comunicación con las personas más cercanas al conocerse mejor uno mismo, para compartir las alegrías y tristezas, mejorando el bienestar emocional, mental y la salud en general.
Pero bajo el escepticismo de que no te creas nada, hay que tener en cuenta que la espiritualidad laica no es una solución universal para todas las personas y que cada individuo debe encontrar su propio camino hacia su espiritualidad y su sentido de vida.
«Si estás deprimido estás viviendo el pasado. Si estás ansioso estás viviendo el futuro. Si estás en paz estás viviendo el presente.» – Lao Tsé
«Viviendo, todo nos falta; muriendo, todo nos sobra.» – Lope de Vega
«No te creas nada de lo que oigas, por más que lo comparta una gran mayoría. No te creas nada de lo que te diga ninguna tradición religiosa, sin importar cuánto tiempo se haya venido repitiendo. No te creas nada porque aparezca en algún escrito de algún sabio de la antigüedad, por más admiración que se le profese hoy en día. Tampoco te creas nada de lo que te diga tu mente, por más que te insista una y otra vez con el mismo pensamiento recurrente. Por el contrario, cuestiónalo y analízalo todo, de la misma manera que un orfebre trabaja el oro: seccionando, raspando, frotando y fundiendo. Solo así podrás verificar si cualquier cosa es verdad y puede ser de provecho para ti» – Siddhartha Gautama, «BUDA»
♫ Close Cover – Wim Mertens . Música que te hace pensar, sentir y vivir de un modo distinto en un momento determinado, permitiendo acercarte al ser esencial ajeno a todo. ♫
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