La carcajada limpia y natural de un bebé es tan bella e iluminada que despierta una alegría tan hermosa que te evade de cualquier otra realidad que impida disfrutar de esos momentos.
Tal belleza no es necesaria buscarla porque emana de la naturalidad de los bebés y perdura con ellos toda su infancia y en algunos casos toda la vida porque nunca dejan de ser niños. Esa seria la lección a aprender de la carcajada de un bebé y de un niño, nunca tenemos que perder nuestra parte de niñez que todos llevamos dentro y que vuelve a florecer con el nacimiento y crianza de tus hijos.
Disfrutar de los niños, de sus juegos y de sus momentos es enriquecedor para el caminar de la vida que llevamos. Disfruta de esa belleza. Para mí es uno de los mayores disfrute, la risa de mi pequeña.
Entrada Siguiente >> Música sin palabras
Una sonrisa que te enamora << Entrada Anterior
Tu ves belleza en mi risa y yo veo mi camino a seguir en ti.
Su sonrisa y carcajada es lo que me ilumina el día. Tenemos tanto y tanto que aprender de los niños, seríamos mucho más felices si nos levantáramos sonriendo como ellos.