Es evidente que los olores no tienen sonido y que los sonidos no huelen, pero a veces uno sí puede venir acompañado del otro y más cuando algo esta recién hecho, que sí puede oler y que sí puede crujir. Bien lo saben todos aquellos que hayan experimentado el placer del horneado de un pan casero recién sacado del horno que sigue crujiendo lentamente mientras desprende un olor que envuelve todo el espacio que abarca.
El pan artesano hecho en casa es uno de los más bellos placeres que una persona puede experimentar, desde el inicio de su elaboración hasta el gusto de su sabor final. El pan representa la sencillez que todo lo contiene y además esta al alcance de todos por su facilidad y su reducido coste, tan solo es necesario harina, agua, levadura, sal y tiempo -¡sí de eso que a todo el mundo le falta!-. Aunque lo bueno de ese tiempo es que lo requiere él solito para su propia fermentación, sin necesitar de nuestra presencia ni nuestra observación.
Todo se origina mezclando los cuatro ingredientes en las proporciones que corresponda al resultado del pan que se desea obtener, inaugurándose el placer con las manos envueltas en la harina, que al mezclarse con el agua y gracias a la levadura, va cogiendo elasticidad y forma según se va amasando. Ese placer se vuelve a repetir varias veces, pues requiere varios amasados dejando entre ellos el debido tiempo de fermentación, en el cual es admirable ver el resultado que ésta realiza sobre la masa al duplicar su tamaño. Hasta que llega el instante crucial de darle la forma definitiva e introducirlo en el horno, que se encargará de su cocción y horneado final, momento en que se desprenderá esa fragancia especial del pan, que al sacarlo del horno progresa ascendiendo con el sonido que cruje del interior hacia la corteza.
Cuando pasamos de la primera vez y queremos ir más allá en la artesanía del pan, se profundiza en el alma, en el latido del pan, en el origen de su fermentación sustituyendo la levadura por la masa madre, para luego darle rienda suelta a la creatividad e interpretar distintas composiciones sobre su sencillez original introduciendo otros ingredientes que enriquezcan el bello placer que resulta de degustar el pan.
“Una espiga hay en el campo una espiga colorada, si juntos la cosechamos grande será nuestro pan.”
Víctor Jara
♫The Cello Song – (Bach is back with 7 more cellos) – ThePianoGuys. Fantástica interpretación de la composición de Johann Sebastian Bach – Cello suite No.1 Prelude in G – Major, introduciendo nuevos ingredientes a su sencillez original, como la creación del pan.♫
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1 comentario en «El olor crujiente recién hecho»